Por un lado los ciudadanos piden mucha más velocidad, ya que 1 mega les parece muy poco al lado de otros países como Japón. Esto es porque la mayoría de los usuarios de la red se encuentran en las grandes ciudades, donde la velocidad de la línea ancha de Internet es mucho mayor.
Por la otra parte las empresas de telecomunicaciones tampoco están de acuerdo porque tienen que gastarse dinero en infraestructuras, y se ven obligadas a bajar las tarifas, para prestar su servicio a un precio asequible.
En mi opinión poner Internet a la altura de otras necesidades como la línea fija, derecho a la guía telefónica, cabinas públicas y acceso para discapacitados; significa un gran avance para todos los ciudadanos, que podrán disfrutar de un mínimo de velocidad allí donde lo deseen, con unos gastos que corren a cargo de la empresas de telecomunicaciones, y no de nuestros propios impuestos.
Parece una buena iniciativa, si no obliga a usar el dinero público. Pero seguramente, suponga que el Gobierno dé financiación a las operadoras para dar un acceso universal a Internet. Ahora bien, ¿no hay otros servicios sociales que necesitan más ese dinero?
En alemana ya esta un derecho humano tener acceso al internet.
La gente que estan en paro y no ganan dinero, tienen la possibilidad
de recibir una linea de internet pagado del estado, claro el ordenador que esta necesario tambien!